Hoy tiene mejor cara, está sonriente, estrena otra chaqueta y luce preciosa.
Ayer finalmente se fue a casa, la mala cara de la mañana se debió a que se sentía mal. Luego se conectó desde casa y la escribí para interesarme por ella, y aunque fue amable no me dio más detalles que decir que estaba mejor.
Y hoy tiene mejor cara, está sonriente, supongo que es una buena noticia, pero siento que soy total y absolutamente prescindible para ella, y que con su sonrisa ella mejora y yo voy muriendo ante una maravillosa visión, pero consumiéndome poco a poco.
Me quedan contar los días para la próxima comida, o al menos para el próximo intento. De momento tengo claro que le voy a ofrecer un restaurante caro y de garantías, pero necesitaré su tiempo, varias horas que siempre son tremendamente limitadas. La fecha de la propuesta tiene que ser a finales de la semana que viene o a principios de la siguiente, de tal forma que la comida sea la semana anterior a semana santa, quizás el jueves 13, a ver si el número me trae suerte.
martes, 26 de febrero de 2008
Mejor cara
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