jueves, 21 de febrero de 2008

Chaqueta de cuero

Apenas me ha esbozado una sonrisa esta mañana cuando he pasado, pero he contemplado que está preciosa. Luce una chaqueta de cuero que parece recién estrenada, y por encima lleva su habitual pañuelo rojo.

Me moría de ganas de besarla, pero sabía que no debía parar, tengo que pensar en el largo plazo, tengo que aparentar ser uno más... mientas espero a que surja la oportunidad, principalmente en forma de crisis matrimonial, o discusión, o tambaleo emocional.

La frase que me ronda es lo que escribió de que está pasando por momentos "emocionalmente dificultosos".

¿Cuándo se usa una frase como esta?

Por descartar, si fuera por enfermedad grave de algún familiar seguramente me habría enterado, de hecho el fin de semana pasado me dijeron que recibió la visita de la familia, así que queda descartado.

Si fuera por problemas con el niño no creo que se use esa frase en el contexto en el que la utilizó (la rosa, el aparcamiento), sino que se usarían frases que expresaran más cansancio físico, o directamente algo de mayor importancia, pues supongo que si tienes un hijo con problemas no das lugar a réplicas con nada, pues eso tiene una prioridad inamovible.

Por supuesto sería estúpido pensar que la causa de su dificultad emocional soy yo, o algún otro pretendiente desconocido (alguna vez me ha comentado cosas de algún otro pretendiente, pero como desahogo dado que no se lo puede confesar a nadie más de su entorno y no le interesaba la historia). Quizás lo del pretendiente tuviera cierto sentido, pero dada su agenda creo que la probabilidad es despreciable.

Lo más lógico es pensar que ese tambaleo emocional se debe a alguna crisis con el marido. He leído que el amor dura cuatro años, al menos la segregación hormonal que se asocia al amor, y más o menos eso debe llevar con el marido. Además ya se habrá pasado el tirón inicial con el niño, que ya debe estar en los dos años, con lo que invitablemente se cae en algo de monotonía.
Por tanto, por apostar a alguna carta, creo que la más probable es una crisis marital.

Por experiencia sé que las crisis sólo se superan con un impacto emocional fuerte, bien sea con una discusión del copón que acaba en reconciliación, bien sea por un viaje que les hace recuperar el tono, o bien sea por algo externo que provoca un impacto emocional de dimensión mucho mayor al de la crisis.

Ante la discusión y reconciliación nada puedo hacer si sucede, así que no tiene sentido que le de vueltas sobre cómo influir ahí.

Sobre el viaje o escapada lo que me da es un plazo. Tienen demasiadas actividades como para hacerlo un fin de semana, así que mi plazo para recordarle que estoy aquí debe ser antes de las siguientes vacaciones, menos de un mes.

Sobre el impacto emocional bien es provocado por un accidente o desgracia (nunca deseables), un nuevo hijo, o porque alguien ha tenido un desliz... y ahí puedo entrar, no en resolver su situación sino en aprovechar el momento de debilidad para provocar un desliz lo suficientemente grande como para que suponga un impacto emocional.


Esto no son más que elucubraciones sin mucho sentido práctico, pues al final a la conclusión que llego es que debo provocar el desliz, pero me quedo en el punto de cómo.

Al menos puedo jugar con la probabilidad de que haya cierta crisis en el matrimonio e intentar sacarlo en la próxima comida, tocando un poco los puntos en los que ahora puede ser más sensible.

Para ello debo permanecer como un amigo, que se sienta confiada para desahogarse.


Mi permanente duda es que todo esto lo monto en mi cabeza, estoy perdiendo el contacto con la realidad, y cuando voy a poner en práctica algo me encuentro que se me desmonta el castillo de naipes por cualquier tontería.

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