jueves, 14 de febrero de 2008

¿Cuándo dar el salto?

Aunque soy duro insitiendo hasta conseguir algo, soy impaciente, con lo que la duda que me martillea es ¿cuándo dar el salto?

Tras la comida de la semana pasada he visto que puedo entrar en su mente tras varias horas de conversación. Pude probar sus labios como beso de despedida, aunque creo que ella no me lo devolvió, y también es cierto que no le dejé mucha escapatoria (le sujeté la cara mientras ella sostenía el bolso con una mano y las llaves del coche con la otra, y repetí la operación para comprobrar que no había resistencia).

Indicios que me hacen tener esperanza fueron el beso que no le di (la besé en la mejilla, pero me pareció que ella ofrecía sus labios), y sus dudas cuando le planteé que porqué no aceptó mi invitación para comer en casa, argumentando entre otras cosas que no se fiaba mucho de ella (no recuerdo sus palabras exactas, pero sí que me sorprendió muchísimo el mensaje).

Ahora veo que, emocionalmente, la estoy afectando. No sé en qué medida, quizás simplemente la esté cabreando y agotando, pero es otro indicio.

Lo que sé a ciencia cierta es que ella no va a venir a ofrecerme sus brazos directamente (en el caso que alguna vez quisiera), sino que tengo que ser yo el que de el paso... pero ¿cómo? y más importante ¿cuándo?

Juego con las cartas descubiertas, lo dejo todo a mi convencimiento que conseguiré estar con ella de una forma u otra, con lo que no puedo sorprenderla con algo nuevo o impactante. Pero al final se me suelen ocurrir cosas, aquí la dificultad es saber reconocer el momento adecuado en el que dar el paso que cierre el círculo de la amistad y lo lleve a otro nivel.

Quizás nunca sea el momento, pues lo más probable es que cuando suceda algo sea debido a una situación de debilidad y que, al día siguiente, su discurso vuelva a ser el mismo sino peor (las personas emocionalmente estables pueden tener momentos de debilidad, pero recuperan la cordura y pueden ser capaces de cortar de raíz lo que les provoca inestabilidad).

Necesito saber cuándo... y nadie a quién acudir, sólo vociferar en el vacío de este blog.

No hay comentarios: