lunes, 18 de febrero de 2008

El avatar del GTalk

Ante la perspectiva de no tener excusas para hablar con ella se me ocurrió empezar a enviarle mensajes más o menos ocultos mediante mi avatar en el GTalk. Desde alguna imagen y frase que hacía referencia a alguna situación que hubiéramos comentado hasta simples juegos.

Me sorprendió un día que hice referencia a una canción que estaba escuchando, pues ella me preguntó qué quería decir, y cuando le dije que era una canción empezó a jugar a intentar adivinarla. Durante un par de días le puse varias referencias a canciones, y fueron muchos los mensajes que intercambiamos a costa del juego. Cierto es que la búsqueda de imágenes se hacía complicada, pero merecía la pena pues, a fin de cuentas, estaba en contacto con ella.

Como suele pasar me temo que me puse algo pesado con las canciones, pero sea como fuere el tema sólo podía dar para un par de ratos.

Luego he seguido cambiando el avatar con distinto resultado, a veces me ha comentado cosas y a veces no. El último comentario me lo hizo cuando comimos juntos, lo que al menos significaba que seguía atenta a mi avatar, si bien es cierto que probablemente no más que a los de otras personas de la empresa que también lo cambian con frecuencia.

Últimamente puse una especie de serial de una semana (un avatar al día) que concluía con una declaración de mi deseo de simplemente contemplarla, pero no ha tenido ningún efecto.

Como la alternativa es hacerme el harakiri no me queda otra que seguir intentando llamar su atención de esta forma, pues no creo que tenga efectos secundarios ya que no la interrumpo y simplemente le dejo que recoja el mensaje cuando le apetezca... con la esperanza de que le apetezca en algún momento.

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