lunes, 18 de febrero de 2008

Día de silencio

Supongo que es lo mejor, aunque mi ansia no se pueda saciar, pero ha pasado el día entero sin que hayamos cruzado más palabra que los buenos días.

Parece que anda liada con el trabajo, está con un tema que no le resulta muy edificante, así que mis interferencias lo más probable es que le provoquen mal humor, no tanto por mí como por su estado de ánimo en el trabajo.

La tentación de llamarla para tomar algo por la tarde siempre está ahí, aunque cuando lo he intentando siempre estaba ocupada (en su momento me dijo que si alguna tarde estaba cerca de su casa la podía llamar y, si tenía tiempo, podíamos tomar algo). Si a eso le sumo que tengo que buscar el hueco adecuado para estar solo por la tarde parece claro que hoy ya no tendré el privilegio de disfrutar de su presencia ni un segundo más... por más que me hunda en mi propia mierda.

Queda contar los minutos hasta que mañana pueda ver de nuevo su sonrisa, aunque estaré pendiente del GTalk por si se conecta desde casa, a la vez que miraré el teléfono de tanto en tanto por si me hubiera llamado o escrito (cosa que nunca ha sucedido a no ser que yo hubiera iniciado la conversación o hubiéramos quedado previamente).

Sólo quedan 16 horas.

No hay comentarios: