Cuando te regalé las flores con bombones, hace ya unos cuantos años, me dijiste que te sentías halagada En aquellos momentos desprendías alegría por los cuatro costados, era el principio de tu convivencia en pareja, de tu nuevo trabajo, y de los admiradores secretos (aunque se lo contaras a tu marido, vaya gracia).
Ahora sigo viendo tu sonrisa, pero no dura tanto tiempo, tu mirada trasluce que la vida en rosa se torna del gris cromático de la rutina, agradable, por con sus altibajos.
Sin embargo hay algo que no cambia, puedes seguir sintiéndote halagada, pues te regalaré bombones con flores todas las mañanas.
jueves, 6 de marzo de 2008
Sigue sintiéndote halagada
Etiquetas:
Los mails que nunca te escribí
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario