jueves, 6 de marzo de 2008

Detener el tiempo

Mucho han escrito los científicos sobre los viajes en el tiempo, pero yo sólo he experimentado la sensación de ralentizarlo, prácticamente detener todo el movimiento y dejarlo correr a cámara superlenta.

Cuando entro cada mañana por la puerta me preparo para verte y cuando abro te veo sentada en tu mesa a varios metros. A partir de ese instante no veo más que tu cara.

El tiempo se ralentiza mientras hago mi camino, que lo vivo como un dulce nirvana, en el que no hay más pensamientos que tu imagen.

Cuando paso a tu altura el tiempo se acelera, pues tengo que girar la cabeza para no perderte de vista, pero siguiendo caminando hacia mi sitio.

Finalmente te pierdo de vista y caigo en el tiempo real, en el que tu imagen ya sólo está impresa en un recuerdo de muchos minutos, aunque apenas hubieran transcurrido unos segundos.

4 comentarios:

Mr Blogger dijo...

¿Sabes que podría leerte todo lo que pones? Sería un poco chocante, quizá se interes más o quizá termine queriendo perderte. Quizá deberías hacer que este blog sea solo accesible para ti. Me parece muy personal para dejar que otros lo lean. ..

Lienzo tierra dijo...

Quizá ella no sabe de su existencia mr blogger, que es lo más lógico.

Jo qué fuerte también lo tuyo. Supongo que te sentiste identificado con el relato de mi blog.
Pues sí, hay veces que por más que intentes luchar contra ciertas cosas no consigues nada, porque es imposible luchar contra lo que sientes en realidad. Nada más queda aceptarlo, reconocerlo y tirar por donde mejor puedas.
Tú parece que lo darías todo por conseguirla, sacrificando tu matrimonio y quizá el de ella.
Uffff ¿por qué este Cupido es tan cruel, que ni siquiera pregunta a la hora de atravesarte con una flecha?
Suerte amigo!

Alienígena Paranoico dijo...

Ella no sabe que existe este blog, es mi terapia particular. Lo abro a internet para no sentir que me doy de cabezazos contra una pared, que refugiado en el anonimato pueda gritar a los cuatro vientos lo que llevo dentro.

No sé qué estaría dispuesto a sacrificar. Es un tanto contradictorio decir que dejaría a mi mujer por ella, pero que si no la tengo a ella no dejo a mi mujer... contradictorio o al menos cínico, aunque prefiero pensar que aún me queda alguna neurona para ser práctico, aunque reconozco y asumo mi infidelidad.

Muchas gracias por los comentarios, me vienen de perlas, al menos como desahogo.

Lienzo tierra dijo...

¡De nada!
Infieles de pensamiento lo somos TODOS. Es normal. Es la naturaleza. No estamos hechos para ser monógamos. Luego están las reglas morales que nos impiden actuar. Pero yo creo que si no actuas, mantienes la fidelidad.