Siento que me repito (como los pimientos asados con mucho ajo), doy vueltas sobre lo mismo, pero no puedo evitar andar en círculos y mirarla furtivamente mientras espero el momento de pedirle que comamos juntos.
A veces voy al baño, o a la impresora para verla trabajar. En ocasiones tengo suerte y alza la vista indiferente, la mayoría permanece centrada en su tarea.
Abro su ventana en el GTalk como si la llamara por teléfono, descolgara y no dijera ni palabra, pero sintiendo que está ahí.
Ahora me pregunto cuál será el momento más adecuado para sugerirle que comamos, y cómo hacerlo. ¿Quizás por mail? ¿qúizás por la mañana al llegar en esos segundos que interactuamos? ¿quizás por GTalk?
Dado que el mail y el GTalk están silenciados desde hace días creo que lo más adecuado es hacerlo en persona, usando estos medios para concretar los detalles.
No sé si mañana es un buen día, o quizás el viernes, simplemente para decirle que hace mucho que no nos pegamos una charla, y que podríamos quedar para comer o merendar la semana que viene. Creo que el viernes le puedo hacer el comentario y el lunes pedirle la comida, pues tengo que jugar con que ella no se planifica a largo plazo.
La semana que viene tengo que buscar el restaurante, alguna heladería o tetería cerca, algún sitio para pasear... luego seguro que me deja poco tiempo, pero al menos debo preparar el terreno.
miércoles, 5 de marzo de 2008
Como los pimientos con ajo
Etiquetas:
Necesito respuestas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario