Después de varios días sin aparecer ha vuelto a la oficina. Ha estado enferma y sólo podíaverla en mis recuerdos. Al no tenerla en directo no he sentido angustia, sino que evocar su imagen en la distancia me resultaba agradable y confortante.
Hoy ha vuelto a la oficina, y tímidamente le he dado la bienvenida y le he preguntado si ya se encontraba mejor. Esperaba que me respondiera con silencio, pero me ha sonreido y ha bromeado con su mejoría, agradeciéndome el interés.
De esta forma he sentido que el inicio de la nueva senda ya está marcado, y que el primer paso ya se ha dado. Ahora queda recorrer un largo trecho con pasos muy suaves, sin hacer ruido y sin desfallecer ante el tiempo que llevará.
viernes, 11 de abril de 2008
EL primer paso
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