lunes, 14 de marzo de 2016

¿Por qué vuelves?

Pasó lo que pasó. Me despedí dejándote anotado en un post-it la dirección de este blog como un cierre del círculo, un punto final. Desconozco si lo llegaste a leer, pero la intención era soltar esa amarra... y parecía haberlo conseguido.

Pasaron meses, quizás algún año sin que supiera de ti, ni te viera y, lo que es mejor, ni tan siquiera tuviera intención de saber o ver. Pero por avatares del destino te volví a encontrar con cierta regularidad.

Tras la impresión inicial me quise dosificar, y parecía un reencuentro revestido de normalidad, pero algo bullía en mi subconsciente sin siquiera yo saberlo.

Y llegamos al día de hoy, cuando ya sólo te veo de forma muy esporádica y apenas intercambiando un saludo, pero mi subconsciente repiquetea con tu imagen y con el deseo frustrado de aquella probabilidad aparente.

Se van haciendo recurrentes los sueños en los que apareces. Esta vez no son sueños figurados y conscientes, sino que son sueños reales y subconscientes. Es paradójico hablar de la realidad de un sueño, máxime cuando al despertar vuelve a ser irreal.

Me pregunto por qué vuelves a mi mente, pero a la vez me agrada volver a compartir contigo unos instantes de intimidad cada noche, aunque sólo sea en la realidad de los sueños.

No hay comentarios: